IEI y CRIES organizaron coloquio internacional

IEI y CRIES organizaron coloquio internacional

La actividad abordó el tema del "Multilateralismo y el avance del regionalismo en las Américas en un entorno de cambio internacional", como una iniciativa preparatoria del Foro de Expertos y Académicos a realizarse en el marco de las actividades de la sociedad civil en la VII Cumbre de las Américas (Panamá 2015).

Sergio Bitar, Presidente del Consejo Chileno Prospectiva y Estrategia; Andrés Serbin, Presidente de CRIES, y Wolf Grabendorff, académico de la Universidad Andina Simón Bolívar.
Sergio Bitar, Presidente del Consejo Chileno Prospectiva y Estrategia; Andrés Serbin, Presidente de CRIES, y Wolf Grabendorff, académico de la Universidad Andina Simón Bolívar.
El Académico Titular de la Academia de Ciencias de Cuba, Carlos Alzugaray Treto, junto a Regiane Bressan, de la Universidade Federal do ABC, Brasil.
El Académico Titular de la Academia de Ciencias de Cuba, Carlos Alzugaray Treto, junto a Regiane Bressan, de la Universidade Federal do ABC, Brasil.

Encabezado por el Presidente de la Coordinadora Regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES), Dr. Andrés Serbin, y el Director del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile (IEI), Dr. Walter Sánchez, el pasado 9 de marzo se llevó a cabo, en Santiago de Chile, el Coloquio Internacional “Multilateralismo y el avance del regionalismo en las Américas en un entorno de cambio internacional”, actividad preparatoria del Foro de Expertos y Académicos a realizarse en el marco de las actividades de la sociedad civil en la VII Cumbre de las Américas (Panamá 2015).

En la apertura de esta jornada de trabajo, correspondió al Director del IEI dar la bienvenida a los asistentes. En la oportunidad, el profesor Sánchez destacó que la temática que se abordará es de especial interés para el Instituto de Estudios Internacionales, toda vez que materias como el futuro de la cooperación entre las naciones latinoamericanas, así como su inserción en el el sistema internacional, constituyen una de las principales líneas de investigación a la que se aboca el Instituto.

Por su parte, el Presidente de CRIES, Andrés Serbin, agradeció al Director del IEI su disposición para acoger este tipo de actividades e iniciativas. Asimismo, expresó su gratitud al Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, institución que patrocinó el encuentro.

A continuación, el Dr. Serbin realizó un breve recuento de las distintas reuniones que llevan a esta última, en Santiago, previo a la Cumbre de Las Américas, en Panamá.

“Para ubicarnos un poco en el contexto, debemos recordar que en el año 2009, CRIES vio una oportunidad política para iniciar un diálogo entre académicos de Cuba y Estados Unidos. Esto no quiere decir que nosotros hayamos sido factores decisivos en el establecimiento de las conversaciones entre ambos países, iniciadas recientemente. Pero sí creo que contribuimos con un pequeño grano de arena, al facilitar bastante una interlocución que no solo abarcó a académicos de ambos lados, sino que también a ex funcionarios de distintas administraciones, en el caso de EE.UU., y del Gobierno cubano”, explicó.

Y agregó que este hecho permitió generar y facilitar reflexiones colectivas, “y a partir de ellas, realizar una serie de recomendaciones. Una vez finalizado el proceso de elaboración de recomendaciones, que nos tomó unos cuatro años y medio, vimos que había actor que no habíamos contemplado y que era muy importante para un posible mejoramiento en las relaciones entre EE.UU. y Cuba. Este actor era la región de América Latina y el Caribe”.

El Presidente de CRIES destacó que en función de este hecho, decidieron iniciar una segunda etapa de trabajo de análisis para determinar cuáles eran los actores relevantes y cómo habían incidido en la generación de este diálogo. De esta forma, se diseñaron una serie de talleres que contaron con la participación tanto de expertos como de ex funcionarios. Así, en 2013 se realizó un taller en Buenos Aires y otro en Sao Paulo; mientras que en 2014 se desarrollaron en Bogotá, México, Otawa y Quito.

“Como colofón de todo este proceso llegamos a este taller en Santiago, en que buscamos generar una reflexión colectiva para entender los cambios de la region y cómo estos afectan la relación Cuba-EE.UU. Si al principio, el gran foco era cómo Cuba iba a lograr su reincorporación al sistema hemisférico, ahora la pregunta es qué va a pasar a partir de las conversaciones que están llevando adelante Cuba y EE.UU., y cómo esto va a afectar las relaciones hemisféricas”, explicó.


Cambios y Desafíos Globales

La primera mesa de trabajo de este coloquio se concentró en el análisis del “Impacto de los cambios y desafíos globales en la gobernanza regional. Escenarios futuros del multilateralismo y el regionalismo en las Américas”. Para tal efecto, se contó con la participación del presidente del Consejo Chileno Prospectiva y Estrategia, Sergio Bitar; el profesor invitado del Área de Estudios Sociales y Globales de la Universidad Andina Simón Bolívar, Sede Ecuador, Wolf Grabendorff.

Durante esta sesión, el Presidente de CRIES abordó tres puntos que, a su juicio, son fundamentales para entender este proceso de cambios que enfrenta la región.

“El primero es que en un entorno internacional altamente propicio, asistimos a un proceso donde se van a desarrollar una serie de nuevos organismos multilaterales con objetivos diversos. También hay una serie de factores que condicionan la aparición de estos organismos. Primero, el fin de la Guerra Fría y post 11 de septiembre, Estados Unidos se desentiende un poco de la región. Segundo, el crecimiento y bonanza económica regional, genera las condiciones para tener una mayor autonomía de EE.UU. Y tercero, llegan al poder una serie de partidos y movimientos de centroizquierda, con una posición crítica respecto de EE.UU”.

Andrés Serbin explica que en este marco surgen tres organismos: ALBA (2004), UNASUR (2008), CELAC (2012). Los tres son intergubernamentales, donde se hace más énfasis en la agenda política que en la económica de la región, e insisten en el desarrollo de una agenda social.

Asimismo, los tres excluyen a Estados Unidos y Canadá, poniéndose en una vereda distinta a la de OEA, abriendo una interrogante respecto de la funcionalidad de esta última.

“Pero ahora entramos en una nueva fase donde pasamos de la euforia a la dificultad de orden económico, político y social. En este contexto, algunos organismos, como el ALBA, se debilitan. Y en contraposición, somos testigos de una reactivación de la economía estadounidense y una reactivación del papel de EE.UU. en el sistema internacional, básicamente a través de la promoción de dos megaacuerdos: Transpacífico y Transatlántico, cuyos objetivos son también acotar la acción de Rusia y contener la expansión de China”.

El Presidente de CRIES reconoce que, en este contexto, América Latina se encuentra “desgarrada” entre las tensiones que va generando la competencia, no necesariamente abierta, entre EE.UU. y China.

“Es importante señalar que después de estos años, en que América Latina logró un margen de autonomía respecto de EE.UU., hoy asistimos a un escenario en que EE.UU. vuelve a poner su atención en nosotros y ello no está disociado de las conversaciones iniciadas en diciembre entre Cuba y dicho país, ni tampoco de la presencia china en la región”.

Este contexto global nos abre a una pregunta muy importante: ¿En términos del multilateralismo regional, la nueva presencia de EE.UU. requiere de algún espacio de interlocución? ¿Este espacio volverá a ser la OEA o tendremos que buscar algún otro en la región?

Finalizada la exposición de Andrés Serbin, correspondió el turno al profesor Wolf Grabendorff.

El académico de la Universidad Andina Simón Bolívar destacó que nos encontramos en un momento oportuno para mirar a la región de manera distinta a la que estamos acostumbrados. De ahí mi propuesta de mirar y analizar el proceso de regionalismo que, a mi juicio, no tiene nada que ver con multilateralismo.

En este sentido, Wolf Grabendorff explicó que la región enfrenta un proceso de cambio tectónico. En los últimos 200 años, el sistema internacional nunca había cambiado tanto ni tan rápidamente como lo ha hecho ahora.

“En este escenario, a mi juicio, América Latina se encuentra demasiado concentrada en sus problemas internos, sin reparar en los desafíos que implican, a largo plazo, estos cambios globales”.

Durante su exposición, el profesor Grabendorff abordó en tres niveles el llamado nuevo proceso de regionalización.

El primero se refiere al condicionamiento global para el multilateralismo latinoamericano. El segundo, a los efectos internos que genera el regionalismo en cada país con sus regímenes particulares. Y el tercero, al condicionamiento interno que demanda la reestructuración del multilateralismo.

Respecto de los cambios globales, el académico destacó que estos son tan profundos y rápidos, que a los países se les hace muy difícil reaccionar de manera oportuna, sin perder de vista los intereses nacionales de largo plazo. La política exterior es hoy más cortoplacista, en contraposición con la vida de política interna que se ha desarrollado en los organismos regionales.

Para el profesor Grabendorff, en este contexto también juega un factor importante un tema de orden estructural: en el sistema internacional existe una enorme debilidad de instituciones que tienen esencialmente lazos Norte-Sur (cumbres iberoamericanas, OEA, relación Unión Europea-América Latina). Están perdiendo dinámica y, en contraposición, están ganando terreno las instituciones con lazos Sur-Sur.

“La única organización internacional que tiene una dinámica fuerte en el mundo son los BRICS”, sentenció.

A su juicio, hoy no hay grandes modelos para retomar la relación Norte-Sur. Esto implica que los esfuerzos tanto de la Unión Europea como de EE.UU. de recuperar terreno han perdido legitimidad. Los modelos occidentales perdieron legitimidad.

“A futuro, los megabloques van a cambiar radicalmente el papel de EE.UU. en el mundo. Los estados se van a convertir en proyectos de segunda fila, en cuanto los organismos regionales se van a orientar completamente al aspecto económico y financiero. Ya no importarán las fronteras. Lo verdaderamente relevante será quién tiene el control de los flujos (financieros, de personas, etc)”.

Wolf Grabendorff concluyó su exposición con una idea: “Dudo que estemos en un proceso de reconstrucción hemisférica, porque los problemas internos de EE.UU. son tan graves, que es muy difícil que se vuelva a concentrar en la región. Sin perjuicio de lo anterior, el regionalismo de los últimos años de América Latina también va a cambiar. La asimetría entre las fuerzas del mercado y las fuerzas de Estado, por razones de la globalización, va a crecer especialmente en las democracias, no así en los regímenes autoritarios”.

Por su parte, el presidente del Consejo Chileno Prospectiva y Estrategia, Sergio Bitar, en el entendido que este coloquio es una actividad preparatoria con vistas a la VII Cumbre de las Américas, propone realizar un ejercicio de aproximación al escenario que la región enfrentará de aquí al 2020, a partir de dos fuerzas que interactúan: Las nuevas tendencias mundiales y dónde se sitúa el espacio de movimiento de América Latina, y las fuerzas internas de cada nación, que permiten o inhiben la posibilidad de aplicar nuevas políticas para adaptarse a estas tendencias mundiales.

En este contexto, para Bitar surge la pregunta: ¿En qué mundo se va a mover América Latina en el próximo quinquenio? A su juicio, de esta interrogante pueden surgir múltiples temas para proponer a la Cumbre de Las Américas.

“Seguimos avanzando hacia un mundo multipolar, con riesgos de pérdida de gobernabilidad global. En consecuencia va a haber una tendencia a recreación y articulación de poderes regionales, capaces de equilibrar esta pérdida global. Creo que nos vamos a mover en esa dirección, tanto para articular acuerdos regionales en materias de seguridad, política y economía”, afirmó.

Para Sergio Bitar, esta globalización también va a generar una mayor cooperación global, y aquí van a surgir nuevos actores regionales. Y todo esto en el marco de un mundo de crecimiento lento.

“En este cuadro, los dos focos de seguridad son, esencialmente, China y Medio Oriente, donde veremos avances en materia de acuerdos, lo que nos va a dar más seguridad y estabilidad, y nos va a permitir un nuevo impuso hacia el regionalismo. La segunda tendencia fuerte, a mi juicio, es la acción para mejorar la productividad y competitividad de cada uno de los países y las regiones, una fuerza muy potente que puede proyectarse para mejorar la coordinación y articulación de América Latina”.

La tercera y última tendencia, destacada por Bitar dice relación con una dificultad que nos plantea la globalización, la cual nos obliga a realizar grandes negociaciones y grandes compromisos en materia de desarrollo sustentable, en comercio, etc.

Y para lograr estas metas, Sergio Bitar dice que se hace necesario articular una acción conjunta, que hasta ahora no hemos logrado. Por lo que ahora se deben adoptar acciones políticas concretas para avanzar como América Latina de manera global.

“Debemos destacar nuestras ventajas comparativas, que nos dan poder regional. Estas son principalmente: zona de paz, zona democrática y abundancia de recursos naturales. También se hace indispensable que en organismos como CELAC y UNASUR, se puedan establecer reglas claras de funcionamiento, que nos permitan avanzar”.

La iniciativa de CRIES e IEI contó con el apoyo de la Open Society Foundation y el patrocinio del Ministerio de Relaciones Exteriores. Esta actividad se complementó con dos talleres de trabajo cerrados, en los que se abordaron los “Escenarios posibles y el impacto de la incorporación de Cuba como miembro pleno del sistema hemisférico”.

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