A propósito del juicio por demanda marítima en La Haya

Columna Prof. Paz Milet: Un fallo de dulce y agraz

Columna de Paz Milet a propósito de La Haya: Un fallo de dulce y agraz

En su columna, la académica reflexiona sobre los resultados del fallo preliminar de la Corte Internacional de Justicia al declarar su competencia en el litigio con Bolivia, así como los desafíos que vienen en la relación bilateral chileno-boliviana. La autora es experta en relaciones vecinales, Master en Relaciones Internacionales de la Universidad de Chile y Doctora (c) en Ciencia Política de la Universidad de Leiden (Holanda), desempeñándose en la actualidad como Coordinadora de Extensión del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile (IEI).

Prof. Paz Milet, Académica IEI.
Prof. Paz Milet, Académica IEI.

El fallo de La Haya respecto a la objeción preliminar planteada por Chile generó una inicial reacción negativa. Los números eran categóricos. Por 14 a 2, la Corte había rechazado la argumentación chilena y se declaraba competente.

Sin embargo, un análisis más detallado del fallo mostró que no todo era negativo para Chile. La Corte había limitado sustantivamente la demanda boliviana y, aunque al final del proceso podría determinar que Chile tiene la obligación de negociar, no puede establecer un resultado predeterminado. Es decir, no puede obligar a otorgar una salida soberana al mar para Bolivia.

Ahora, Chile debe presentar su contramemoria y seguir con el proceso en los plazos que determine la Corte, pero es claro que aquí las mayores dificultades las enfrenta Bolivia, que debe argumentar y dar sustento real al planteamiento de que los dichos y los actos de las autoridades chilenas han generado obligaciones.

Al anunciar la demanda, el propio Presidente Evo Morales argumentó que ésta tenía dos contenidos: uno jurídico y uno emotivo. Esto último permite entender las reacciones de la ciudadanía y políticos en La Paz. No obstante, es necesario leer más allá de los triunfalismos y profundizar en los contenidos de los discursos.

A partir de ahora comienza una nueva etapa y es en La Haya donde finalmente, tanto Bolivia como Chile, deberán continuar una ruta que recién se inicia.

No obstante, mientras el desarrollo del proceso sigue su curso, hay factores que no deben dejar de considerarse. Primero, Chile y Bolivia serán eternamente vecinos y la demanda de una salida soberana al mar por parte los bolivianos será permanente. Así lo establece la Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia del 2009, pero también el sentimiento boliviano, argumentando que la mediterraneidad supuso para ellos la pérdida de una cualidad marítima esencial en la conformación de su identidad como nación.

Segundo, la opinión pública chilena -según lo que señalan las distintas encuestas- es cada vez más reacia a ceder soberanía a favor de Bolivia. Esto tiene directa relación con el tensionamiento que ha experimentado la relación bilateral en los últimos años.

En este marco, el que se debe a trabajar a futuro y entendiendo que más allá de lo que ocurra en La Haya, los desafíos en la relación chileno-boliviana son de largo plazo.

Por Paz Milet García

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