Los resultados de un estudio encargado al Instituto de Estudios Internacionales por parte de la Coordinación Nacional de Industrias del Diseño y la Moda de ProChile, fueron dados a conocer ayer por los profesores Dorotea López y Felipe Muñoz, quienes lideraron la investigación.
El objetivo del trabajo fue analizar el potencial exportador del sector de Diseño Industrial MOI (muebles, objetos e iluminación) e identificar las principales fortalezas y desafíos del mismo.
El estudio se realizó en varias etapas. En primer lugar, se efectuó un análisis documental del sector en Chile, analizando la definición del concepto de diseño industrial, en particular su referencia a MOI. Se estudió el entorno del sector, identificando los principales actores en la academia, el sector público y privado.
La segunda etapa se focalizó en el levantamiento de un catastro de empresas del rubro de diseño dedicadas a la producción de MOI. En tercer lugar, se aplicó un cuestionario a las empresas productoras de MOI. Sobre el particular, se recibieron 88 respuestas, las que fueron filtradas confirmando la pertenencia de las empresas al sector de MOI, resultando un total de 59 de ellas validadas.
Asimismo, se realizaron 21 entrevistas en profundidad.
Para efectos del análisis, se identificaron las fortalezas y debilidades de las empresas MOI, con el fin de conocer el potencial exportador del sector. Entre las fortalezas, destacan la creatividad, existencia de materiales identitarios, posibilidad de crear un relato nacional y el trabajo asociativo (por ejemplo, a través de plataformas) para el aprovechamiento del e-commerce como mecanismo de internacionalización.
Sin embargo, para el éxito del proceso de internacionalización del sector MOI, se requiere de un trabajo mancomunado entre los distintos actores relevantes, para así aprovechar de mejor manera las oportunidades comerciales existentes.
Otra de las conclusiones del estudio dice relación con el hecho de que las reparticiones públicas y privadas ligadas al diseño pueden aportar al fortalecimiento y consolidación del sector en sus diferentes etapas, procurando realizar un trabajo integrado que complemente las capacidades de cada una de ellas. Para ello, resulta prioritario reconocer el lugar que cada una de las instituciones debe atender respecto de las necesidades del sector. En este sentido, organizaciones como ProChile no deberían satisfacer demandas relativas a la creación de capacidad empresarial, sino concentrar sus esfuerzos en potenciar la capacidad exportadora de aquellas formas (o grupo de empresas) que ya han desarrollado un nivel de maduración mínimo. Para lograr este objetivo, instituciones como SERCOTEC o CORFO, desde el sector público, o las Universidades y asociaciones gremiales (Chile Diseño) desde la academia y sector privado, deben ser capaces de atender la “formación” y “maduración”.
Finalmente, respecto de los potenciales mercados de exportación, destacan las posibilidades que presenta Estados Unidos y, en menor medida, América Latina y Europa.
