Democracia Paritaria, un anhelo latinoamericano

Democracia Paritaria, un anhelo latinoamericano

Cuando en Chile se trabaja en la elaboración de una nueva carta constitucional, resulta indispensable profundizar en las reivindicaciones por los derechos sociales y económicos a través del principio de igualdad sustantiva en todas las dimensiones de la vida, como bien señalaron Irune Aguirrezabal y Line Bareiro, invitadas a exponer en el webinar organizado por el IEI, RIMLAC, UMSS-CESU y el Grupo

Tres son los principales hitos que marcaron el inicio del proceso constituyente que vive Chile. El primero, sin lugar a dudas, fue el Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución; segundo, la reforma constitucional que estableció en el capítulo XV un mecanismo de sustitución de la Constitución actual, y tercero, la aprobación, por parte del Congreso Nacional, de la paridad de género en el órgano constituyente. Este hecho, que puede parecer simple, pero en ningún caso menor, llama a repensar la democracia. Nos plantea una democracia paritaria, en que se promueva el ideal de igualdad de todas las personas y donde las decisiones sean adoptadas, de forma equilibrada, por hombres y mujeres.

Para reflexionar sobre democracia paritaria y la nueva Constitución, el Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile (IEI); la Red Internacional de Mujeres Latinoamericanas y Caribeñas (RIMLAC); el Centro de Estudios Superiores Universitarios de la Universidad Mayor de San Simón, Bolivia (UMSS-CESU), y el Grupo de Amistad Bolivia-Chile, organizaron un conversatorio en que fueron invitadas a participar la Doctora en Estudios Interdisciplinarios de Género, Irune Aguirrezabal, junto a la abogada, académica y activista feminista, Line Bareiro

Las presentaciones fueron comentadas por la Dra. en Ciencias Económicas, Cristina Lazo, y las sociólogas Teresa Valdés y María Esther Pozo.

Un movimiento no aislado

La verdad es que la evidencia demuestra que la lucha de grupos feministas por promover el paradigma de una democracia paritaria no es un hecho aislado ocurrido en Chile post estallido social.

Como bien señaló la ex asesora internacional de ONU Mujeres y autora de “La Democracia Paritaria en América Latina”, Irune Aguirrezabal, “el proceso ideológico participativo a favor de la paridad se ha denominado ‘proceso paritista latinoamericano’, el cual se entiende como un fenómeno complejo, poliédrico, desarrollado gracias a una multiplicidad y diversidad de actores. En América Latina este proceso se caracteriza por la pujanza de una amplia red de mujeres como protagonistas, incluido el feminismo de Estado, con la anuencia de la cooperación internacional, que se ha desarrollado gracias al fenómeno de las puertas giratorias, aprovechadas por las mujeres para propiciar el flujo de ideas y acciones en torno a la paridad, generando sinergias entre conocimiento teórico feminista y acción política en toda la región, estrechando así el vínculo entre la ciencia y la política”.

Y las causas que, a su juicio, gatillan este movimiento o proceso paritista son: una serie de oportunidades que surgen con la tercera ola democratizadora; la creación de redes de mujeres que han generado aportes conceptuales y discursivos, que ponen a la igualdad en el primer lugar de la agenda; las resistencias que encuentran las mujeres en el ejercicio de sus derechos políticos, sociales y económicos, incluso una vez que logran acceder a la vida pública y política. “Este análisis lleva a concebir que la reivindicación por la paridad en América Latina debe, necesariamente, profundizar en las reivindicaciones por los derechos sociales y económicos a través del principio de igualdad sustantiva en todas las dimensiones de la vida”, concluyó.

Por su parte, la abogada Line Bareiro destacó que en América Latina se ha trabajado intensamente en la creación de sistemas de paridad.

Sin embargo, aclaró que aún cuando lograr la paridad electoral constituye un paso importante, “ello no significa automáticamente contar con una Democracia Paritaria. Es decir, no solo debe haber paridad en todos los cargos electivos y mandatos, incluyendo los cargos uninominales, en todos los poderes y niveles del Estado, también implica la construcción de un Estado incluyente e inclusivo”.

Respecto del proceso chileno, la también académica y activista feminista reconoció que le gustaría que la constituyente diera una verdadera lección al proponer el diseño de un Estado realmente incluyente. “Hasta ahora las feministas hemos desarrollado grandes ideas de derechos y obligaciones que son fundamentales y nos ayudaron a dar un salto cualitativo. Pero el debate sobre el Estado en sí mismo es pobre, se le dan funciones, creamos nuevas instituciones, pero nuestra institucionalidad pública es débil”, sentenció.

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