Apenas dos semanas lleva en nuestro país y ya realizó su primera actividad pública. El lugar elegido fue la sede del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile (IEI), y la actividad, el "Foro Implicancias de la I Cumbre CELAC-UE para la Ciudadanía", encuentro que se desarrolló a fines de septiembre y que precede a la reunión internacional que tendrá lugar en nuestro país, en enero próximo.
El flamante nuevo embajador de la Unión Europea en Chile, Rafael Dochao, permanecerá en Santiago por los próximos cuatro años, período en el cual espera alcanzar los principales desafíos de su misión diplomática.
"El más importante es mejorar aún más las relaciones entre la UE y Chile. Tomando en cuenta que ya son excelentes, la idea es ampliarlas a todos los niveles: educativo, social, económico y comercial. Pero no solo trabajaremos para que mejoren, sino que también para que se vean. Queremos que la gente conozca lo que hacemos y se beneficie de ello", destaca.
Cumbre CELAC-UE
Sin lugar a dudas, los próximos meses serán especialmente ajetreados para el Embajador Dochao, pues tendrá que involucrarse de lleno en la preparación de la I Cumbre CELAC-UE que se desarrollará en nuestro país entre el 26 y 27 de enero próximo.
-¿Cómo se prepara la Unión Europea de cara a la Cumbre CELAC-UE y qué importancia le asigna a la misma?
-La importancia que se le otorga a esta Cumbre queda de manifiesto con la participación de los máximos líderes europeos. Al encuentro que se realizará en Santiago asistirá el Presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso; el Presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy; la Jefa de la Diplomacia Europea, Catherine Ashton; además de tres comisarios de Comercio, Empresa y Cooperación.
En cuanto a la preparación... Bueno, nos organizamos como lo hacemos para todas las cumbres, aunque debemos confesar que ésta tiene dos componentes muy especiales: será primera vez que la hacemos con la CELAC, agrupación de países de América Latina y El Caribe, y por lo tanto, nos plantea un reto muy interesante. Ello porque se trata de naciones con las que histórica, cultural y lingüísticamente, tenemos mucho en común. Aquí hablamos todos el mismo idioma y estamos en la misma longitud de onda.
El segundo componente es que estamos abordando temas especialmente sensibles en un escenario bastante particular, en medio de una crisis brutal a nivel financiero y económico. El hecho de hacer una cumbre que tiene como objetivo mejorar las inversiones, pero teniendo en cuenta dos focos esenciales, como son el social y el medioambiental, hacen de este encuentro un evento trascendental de cara al futuro.
-¿Cuál es, en este momento, la relación económico-comercial de la Unión Europea con los países del CELAC y cuáles las expectativas en medio de esta crisis?
-La crisis lo que está provocando es una contracción del crecimiento en Europa y, por tanto, una disminución de las importaciones de productos varios. Obviamente, esto genera que nuestros socios comerciales se resientan. Esta crisis, que afecta de manera más fuerte a Estados Unidos y Europa, le está generando problemas incluso a un gigante, como es China. Y es que si nosotros disminuimos las importaciones, la nación asiática también debe reducir sus exportaciones, lo que frena su crecimiento. Es un efecto en cadena, producto de la globalización de los mercados.
En el escenario anteriormente descrito, cobra aún mayor relevancia el que seamos capaces de favorecer inversiones de calidad social y ambiental, lo que a mediano y largo plazo va a ir en directo beneficio tanto de la población europea como también de la latinoamericana.
-Pero este tipo de inversiones también genera nuevas oportunidades...
-Evidentemente, porque cuando hablamos de inversiones no solo nos referimos a las presentes, sino que también a todo lo que es innovación en tecnología y en infraestructuras. Ello genera un sinnúmero de oportunidades en materia de empleos, de nuevas posibilidades de investigación, y nuevos desarrollos e intercambios humano-empresariales.
-¿En este sentido, qué importancia le asignan a la educación, en el entendido que la Comunidad Europea aún cuenta con una amplia oferta de becas de especialización?
-La educación, en cualquier país del mundo, tiene que tener objetivos muy claros. En primer lugar, debe impartir cultura, pues una sociedad más instruida tiene mayor gravitancia en el proceso de toma de decisiones de políticas públicas.
Sin perjuicio de lo anterior, la educación también debe responder a las necesidades del mercado laboral. Es decir, la formación profesional tiene que dar respuesta a las necesidades de las empresas. Y éstas, cada día más, necesitan técnicos de grado medio que, por ejemplo, sepan manejar maquinarias automatizadas.
Por ello, toda inversión y crecimiento, va a requerir de una población cada vez más formada y especializada.
-¿Finalmente, qué se espera de las relaciones futuras entre las naciones CELAC y UE, post cumbre?
-Creo que el principal desafío es que los temas que se aborden en la cumbre, más temprano que tarde, se traduzcan en medidas y acciones muy concretas, que alcancen a todos los estamentos de la población.
Un ejemplo muy específico... Si en el tema de la lucha contra la violencia de género, todos los gobiernos nos ponemos de acuerdo en legislar respecto de la materia y, en la práctica, se logra el objetivo al promulgar leyes y al hacerlas cumplir, y lo anterior genera una disminución, aunque sea en un punto porcentual, del número de víctimas al año, la cumbre habrá rendido sus frutos.
Si lo anterior lo trasladamos a todos los temas que se abordarán en la cita, finalmente obtendremos una mejor calidad de vida para las personas.
