Serán, sin duda, muchas las generaciones que recordarán el simbólico día 9 de noviembre de 1989, en que uno de los últimos bastiones de la Guerra Fría llegó a su fin con la caída del Muro de Berlín. Se iniciaba así la reunificación alemana, un proceso que implicó una serie de cambios tanto políticos como sociales, los cuales pudieron implementarse gracias al convencimiento de que la meta solo podría alcanzarse a través de la no violencia.
De ello ya han transcurrido más de 25 años, período analizado con minuciosidad por la vicepresidenta de la Directiva de la Fundación Konrad Adenauer, Hildigund Neubert, quien visitó recientemente nuestro país, oportunidad en que dirigió un conversatorio sobre la materia.
La actividad -organizada por la Fundación Konrad Adenauer y por el Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile- congregó a un selecto número de asistente, quienes siguieron con especial atención su relato.
“En la RDA se jugó mucho con las emociones de las personas, como una estrategia para que el modelo de gobierno funcionara. Pero ello no duró mucho tiempo, pues los problemas económicos comenzaron a hacerse cada vez más evidentes, lo que gatilla -a mediados de los ’70- el surgimiento de una férrea oposición al régimen. Se trataba de una oposición inmanente al sistema, que fue cobijándose al amparo de las iglesias, en su mayoría, protestantes”, recordó.
En este escenario, también surgieron una serie de publicaciones ilegales que formaron parte de una revolución pacífica, la cual lentamente iba cobrando cada vez más adeptos. “La clave del éxito fue la idea de no violencia. Se invitaba a participar en ‘actividades por la paz’. A través de una revolución pacífica, nosotros logramos legitimarnos como pueblo libre”, destacó.
Bienvenida
La presentación de Hildigund Neubert fue precedida por unas breves palabras de bienvenida del Representante de la Fundación Konrad Adenauer en Chile y Director del Programa Regional Políticas Sociales en América Latina (SOPLA), David Gregosz, y del Director (s) del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, profesor José Morandé Lavín.
Durante su alocución, el Director (s) del IEI destacó los estrechos vínculos que unen a la Fundación con el Instituto, los cuales ha permitido el desarrollo de una serie de actividades conjuntas, entre las que destacó el Proyecto Generación de Diálogo entre Chile y Perú. “Este proyecto, que se inició en 2009, es una muestra de un trabajo eficiente y persistente de la Fundación -con sus sedes en Santiago y Lima- en estrecha colaboración con los Institutos de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile y de la Pontificia Universidad Católica del Perú. A partir de la interacción con la contraparte peruana y la permanente presencia, acompañamiento y apoyo de la Fundación, los programas universitarios conjuntos de diplomados de postítulo, concursos de becas de docencia e investigación, seminarios y encuentros binacionales, se han erigido como los principales resultados de esta exitosa cooperación internacional”, agregó.
Asimismo, el profesor Morandé recordó que en el marco de esta estrecha relación institucional, es que en 2008, el entonces Representante de la Fundación Adenauer en nuestro país, Winfried Jung, invitó al Instituto a conmemorar los 20 años de la caída del Muro de Berlín, a través de la organización conjunta de un seminario internacional.
“En aquella oportunidad decíamos que la pasada Guerra Fría había dividido por la fuerza al continente europeo, a Alemania y a Berlín, representando una de las expresiones más crudas de ese período y una afrenta a sus pueblos, a su libertad y a la convivencia pacífica entre las naciones. Recordábamos, así también, las palabras del propio canciller Adenauer sobre Berlín amurallado como ‘abominable monumento de terror’ y que interpelaba a la conciencia libre del mundo occidental. Hoy, con una mirada y perspectiva histórica, y transcurridos más de 25 años de la caída del Muro de Berlín y de la reunificación pacífica de Alemania, la paz y la libertad son posibles”, concluyó.
