Mantener los fuertes vínculos comerciales establecidos con China y Rusia, durante el Gobierno de Cristina Fernández; dar un nuevo aire a las alicaídas relaciones diplomáticas con Estados Unidos y Europa, tras 12 años de kirchnerismo; recuperar su liderazgo en la región, y reinsertarse en los principales foros mundiales, son solo algunas de las aristas que considera la Administración del Presidente Mauricio Macri, en su intento por reconstruir una política exterior de Estado consensuada por todos los argentinos.
Se trata de una política multidireccional y pragmática, que le permita construir una estrategia de vinculación con el mundo, que parta de una definición clara del lugar que Argentina quiere ocupar en el concierto internacional. Ello, junto con una activa política de inserción económica que les permita aprovechar las oportunidades comerciales y de inversión que ofrece el contexto mundial, son las coordenadas y proyecciones analizadas por el Director de la Unidad de Planeamiento y Análisis de la Política Exterior de la Cancillería trasandina, embajador Ricardo Lagorio, quien se refirió al tema en el marco de una mesa redonda organizada por el Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, con motivo de su visita a nuestro país.
En la oportunidad, el diplomático destacó que, en este escenario, las relaciones estratégicas e históricas con Chile, seguirán siendo una prioridad para su país. “No por nada compartimos más de 3.000 kilómetros de frontera y 11 de las 23 provincias argentinas son limítrofes”, señaló.
Así, Chile, Brasil, Uruguay y el Mercosur, serán los focos en materia regional. “Sí, porque aún cuando el Mercosur hoy se encuentra cuestionado, es un foro muy importante que debemos reorientar”, afirmó.
Por otra parte, recordó que Argentina presidirá el G-20 en 2018 y está postulando a ser sede de la conferencia OMC en 2017; al tiempo que la Ministra de Relaciones Exteriores del Presidente Macri, Susana Malcorra, es una de las candidatas a la Secretaría General de la ONU. En materia comercial, los argentinos postulan a ser observadores en ASEAN y OCDE, y están impulsando una mayor apertura hacia el Pacífico. Asimismo, la nación trasandina está abocada a tomar un rol cada vez más activo en el desafío de construir una matriz energética común en la región. “En otras palabras, estamos trabajando muy fuerte en la reinserción de Argentina; aunque discrepo de quienes aseveraban que mi país estaba aislado del mundo. Más bien creo que en algunos ámbitos nos guiábamos más por temas ideológicos”, destacó.
Finalmente, postuló en la necesidad de ordenar la región en torno a la OEA y que los demás organismos, como CELAC, Alianza del Pacífico, Mercosur, etc., trabajen en función de a esta.
