El mercado suizo de productos agrícolas

El mercado suizo de productos agrícolas

Dra. Sofía Boza Martínez - Departamento de Economía Agraria Universidad de Chile - sofiaboza@u.uchile.cl

Si consultamos cualquier ranking internacional al respecto veremos que Suiza lleva años siendo uno de los países del mundo con mayor calidad de vida, así como con más alto poder adquisitivo. De hecho, Suiza es el país de la OCDE donde sus habitantes se declaran más satisfechos con su día a día, según el Índice para una Vida Mejor diseñado por la institución. Dicho índice destaca también la calidad del medioambiente en Suiza. En este sentido, el país se caracteriza por una fuerte conciencia ambiental de su población, la cual se refleja por ejemplo en el elevado uso del transporte público y la bicicleta, así como en el reciclaje de la mayor parte de los residuos domésticos.

Las decisiones de compra son otro indicador de la preocupación por el estado del medioambiente mencionada. En lo que respecta al mercado alimentario, Suiza es uno de los países europeos con mayor consumo promedio de productos de agricultura orgánica por habitante. Ya en el año 2008, el 5% de las compras de productos agroalimentarios correspondía a orgánicos, cifra que no ha hecho sino crecer con el paso del tiempo. Este importante consumo interno ha ido acompañado por un desarrollo muy significativo de la producción local. En 2010 un 11,4% de la superficie agrícola se destinaba a cultivos, praderas y bosques orgánicos. El papel de las dos grandes cadenas de supermercados suizas, COOP y MIGROS, ha sido determinante en dicha evolución. Desde la primera mitad de los años noventa ambas empresas han introducido decididamente los productos orgánicos en su oferta mediante las líneas "Naturplan" y "Migros-Bio". Actualmente, estas marcas representan el 75% de las ventas de productos orgánicos en Suiza.

No obstante, no sólo la proliferación de la agricultura orgánica demuestra lo exigente del comprador suizo, sino que la importante legislación sobre bienestar animal del país, así como la positiva evolución de los productos de comercio justo (en especial aquellos bajo el sello Max Havelaar), dan cuenta de un consumidor que le otorga un gran valor a estar bien informado sobre la procedencia de los productos alimenticios que adquiere.

Asimismo, Suiza se ha caracterizado tradicionalmente por un importante proteccionismo en lo que tiene que ver con el comercio agrícola, el cual ha sido contradictorio con una política de libre comercio en el resto de sectores. Esto hace que en muchos casos se dé una prioridad casi absoluta a la producción nacional, lo que lleva a que la agricultura, junto con la silvicultura, represente sólo el 7,5% del valor de las importaciones del país, destacando en este sentido rubros específicos como la fruta, el vino y las legumbres.

Por tanto, se trataría de un mercado a priori atractivo para Chile, dado el alto nivel económico de su demanda, pero también con importantes exigencias de acceso.

Comercio Chile-Suiza

Las relaciones comerciales chileno-suizas se han afianzado en los últimos años en base principalmente a un crecimiento de las exportaciones desde nuestro país, lo cual ha desencadenado en una balanza con saldo final positivo para Chile. En más de un 90% las exportaciones mencionadas corresponden a la minería (principalmente del oro). Por su parte, aunque mucho más atrás, el sector agroalimentario tendría el segundo lugar en las exportaciones de Chile a Suiza, siendo responsable de alrededor del 5% del total.

En este sentido, según cifras de ODEPA, en 2012 Chile exportó a Suiza casi 22 millones de dólares en productos agrícolas. Si consideramos que las exportaciones agrícolas totales chilenas en el año mencionado estuvieron cercanas a los 8.000 millones de dólares, la relación comercial con Suiza nos puede parecer en todo caso modesta. De hecho, el país no se encuentra entre los principales socios comerciales de Chile en lo que se refiere al sector agropecuario. Sin embargo, debemos matizar en este sentido que la población suiza es menor a ocho millones de habitantes, lo que por supuesto afecta a la baja los valores totales de la balanza comercial comparada con la mantenida con otros países de mucho mayor tamaño como Estados Unidos, China o Brasil.

Por otra parte, las exportaciones agrícolas de Chile a Suiza se concentran esencialmente en unos pocos rubros como son el vino, las nueces, los berries, y en menor medida la miel y las manzanas. De hecho, según PROCHILE de las veinte principales empresas chilenas que en 2009 comerciaron con Suiza, seis pertenecían al sector vitivinícola y cinco se dedicaban a la exportación frutícola. Estos productos han conseguido posicionarse paulatinamente en el mercado suizo, donde son vendidos a muy buenos precios dado el ya mencionado alto poder adquisitivo promedio del consumidor nacional. Asimismo, el acceso de estas mercancías a Suiza se vio facilitado por la firma en el año 2003 del Tratado de Libre Comercio entre Chile y el EFTA, asociación comercial de la cual Suiza es miembro junto con otros países europeos: Islandia, Noruega y Liechtenstein. En el acuerdo complementario sobre productos agrícolas del TLC Chile-EFTA, para el caso específico de Suiza, ambos países se comprometen a realizar concesiones arancelarias.

A pesar de que, como ha sido expuesto hasta ahora, las exportaciones agrícolas de Chile a Suiza son aún relativamente bajas, existen destacadas fortalezas en esta relación comercial, las cuales conllevan importantes oportunidades a futuro. La calidad reconocida de productos chilenos como el vino y la fruta en el mercado suizo, así como las preferencias comerciales ya establecidas, posibilitarían la venta de mayores volúmenes. Para ello, los exportadores deben prestar atención preferente a ciertos mercados específicos, donde las cualidades diferenciadoras del producto sean clave.

 

 

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