El día 11 de marzo, Crimea y la ciudad de Sebastopol declararon unilateralmente su independencia de Ucrania, proclamando la República de Crimea, la cual fue solo reconocida por Rusia. Una semana más tarde, los líderes de la República de Crimea, Serguéi Aksiónov y Vladímir Konstantínov; el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y el alcalde de Sebastopol, Anatoli Chali, firmaron el tratado de adhesión de dos nuevos territorios federales a Rusia.
La reacción del mundo occidental no se hizo esperar. De esta forma, Estados Unidos y la Unión Europea, no solo rechazaron el movimiento de tropas rusas -cuyo objetivo sería garantizar la integridad de los ucranianos prorrusos en Crimea- sino que también se manifestaron opositores a lo que ellos definen como un actuar contrario al Derecho Internacional por parte de Rusia, razón que los ha motivado a proponer sanciones contra dicho país.
Pese a ello, hoy “Crimea forma parte de la Federación Rusa y constituye un enclave de este país en el Mar Negro. Esta es una realidad que, guste o no, se debe aceptar porque ya no hay vuelta atrás. Así lo ha entendido también el mundo occidental. Por ello, las sanciones propuestas pueden leerse como una advertencia a Rusia por si su intención es seguir avanzando con asentamientos en Ucrania Oriental”, destacó el internacionalista y académico del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, profesor Gilberto Aranda, quien esta mañana se reunió con una docena de periodistas, representantes de diversos medios de comunicación nacionales y extranjeros, quienes participaron en un desayuno-capacitación organizado por el área de Extensión del IEI.
En la oportunidad, los profesionales de la prensa tuvieron ocasión de empaparse del contexto histórico que subyace en este conflicto, así como también de proyectar futuros escenarios para la región euroasiática.
Esta es la segunda capacitación que el IEI realiza en lo que va del 2014 (durante la primera se analizó el conflicto chileno-peruano y el consiguiente fallo de la Corte Internacional de Justicia respecto de la demanda del país vecino) y cuyo objetivo es contribuir al bagaje cultural de la prensa especializada y estrechar lazos con los distintos medios de comunicación que constantemente demandan la presencia de los investigadores y académicos del Instituto para contextualizar y debatir sobre los temas que copan la agenda internacional.
